Consejos básicos para no desentonar en un casino

La primera visita a un casino tiene un importante componente de aventura, pero también de vértigo.

Un centro de ocio en el que se producen movimientos de dinero y existen normas variables según el juego en que participaes es un campo de minas para aquellos que tienen vergüenza o miedo a dar la nota. Un casino es un negocio, como una tienda o un bar, y les encanta ayudar a los nuevos clientes,. Sin embargo, si un comportamiento indebido puede molestar a oros jugadores, el confort del público tiene prioridad sobre la pedagogia con los visitantes menos asiduos.

La mayoría de los malentendidos que se pueden producir en un casino son altamente evitables, si uno pone atención y acepta unos consejos muy básicos en vez de acercarse a ciegas a las mesas.

Antes que nada, usa las webs y las redes sociales de los casinos. Contienen información muy útil para evitar discusiones sobre códig ode vestuario o normas de comportamiento en el recinto. A nadie le gusta desplazarse a disfrutar de una feliz velada de ocio y encontrarse con problemas de acceso en la puerta.

Hay ciertos comportamientos sobreentendidos. No molestar ni hacer comentarios a otros jugadores sobre como disfrutar de su entretenimiento, ni intentar tocar sus máquinas, sus cartas o sus fichas. La diversión ruidosa o el uso de las cámaras de los teléfonos móviles entre la gente son muy descorteses. Si quieres una foto de recuerdo, hay docenas de rincones poco transitados y con un fondo divertido en los que sacar la foto perfecta sin meter en el plano a ningún extra involuntario. Los restaurantes, los bares y otras amenidades son el rincón perfecto.

Respecto al juego en sí, el primer consejo, y vale su peso en oro, es que nadie está obligado a jugar en el casino, pero los clientes que juegan tienen prioridad. Esta simple frase abarca muchos aspectos de la etiqueta en los casinos.

Por ejemplo, el ecosistema de una mesa. Cualquier juego admite espectadores. Nadie te va a reprender por quedarte mirando una mesa. Así es como se aprende el desarrollo de un juego, y las particularidades de cada mesa individual dentro de un espacio reservado a un juego en concreto. El personal lo agradece.

Hay señalización específica a tu disposición para conocer los límites de apuestas de cada mesa en concreto. Los malentendidos sobre las apuestas mínimas o la compra de fichas son los mas comunes entre los clientes menos habituales. Unos pocos minutos observando una partida suelen dar información de sobra sobre la cantidad de dinero mínima con la que uno puede sentarse y sobre cómo se reparten los turnos de actuación entre el dealer y los jugadores. También sobre el manejo de las fichas, la zona en la que realizar las apuestas y el método de cobro y pago de las apuestas.

Sobre todo, recuerda, las sillas y los puestos en la mesa son para los jugadores. Los espectadores pueden quedarse detrás.

Una vez adoptado el papel de jugador activo, cualquier duda o error que cometas en el desarrollo de la partida es una molestia para el ritmo de juego del resto de la mesa. No tengas miedo, el croupier te ayudará en lo que necesites, pero es mejor expresar tus dudas y pedir ayuda durante la preparación de una mano o jugada que en el medio de la misma.

Deja que el croupier haga su trabajo. Un propósito tan noble como puede ser ayudar a contar fichar o a trasladarlas sobre la mesa puede provocar situaciones contraproducentes. Una vez establecidas tus apuestas, el consejo mas básico es: no toques más las fichas que hayan cruzado el área de juego y ya no estén en tu poder.. En ocasiones especiales, como el el poker, cambiar las fichas de una apuesta o andar variando las cantidades puestas sobre la mesa ya no tiene nada que ver con la cortesía, son las peores irregularidades que se pueden cometer en el juego.

El flujo de dinero en el casino es particular. Debes acudir al cajero para convertir efectivo en fichas. Esas fichas se pueden utilzar directamente en las mesas o no, depende. Hay juegos que tienen ficheros propios, como la ruleta, en el que el color de las fichas identifica al jugador. Acabada la partida, acuérdate siempre de cambiar tus fichas y hazlo en el momento adecuado, entre tiradas. Debes convertir todos esos tokens en fichas del casino, para poder descanjearlas después y para dejar libres los tokens para otro jugador. Si piensas volver luego, ya volverás a cambiar.

Siguiendo estas normas básicas, que no van mucho más allá del uso del sentido común y la educación, tendrás resuelto de antemano el 99% de los malentendidos que pueden surgir en una partida. Deja que el personal del casino solucione cualquier otra situación anómala que surja en una sesión de juego y disfruta de de tu lugar de ocio con toda libertad.

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