Las mejores carreras de caballos del planeta

El pasado 29 de febrero debutó, para regocijo de aficionados y apostadores, la carrera de caballos con mayor bolsa de la historia de las “flat races”. La Saudi Cup saltó directamente al número uno del ranking mundial con una bolsa de 20.000.000$, de la que la mitad estuvo destinada a premiar al campeón.

La inscripción estaba abierta a purasangres de cuatro o más años (uno menos para caballos del hemisferio sur). En la línea de meta, Maximum Security le sacó tres cuartos de cuerpo a Midnight Bisou, pero su triunfo se vio empañado por las acusaciones de doping que el FBI hizo recaer sobre su entrenador diez días después.

La historia del potro bien valdría unos párrafos, pero a lo que nos venimos a referir en este artículo en concreto es a las carreras que, o bien por bolsa o bien por tradición, son consideradas las mejores del mundo. En muchas ocasiones, ambos factores van de la mano.

Antes de la irrupción de la Saudi Cup, la carrera mejor dotada era la Florida Pegasus World Cup. Este derby debutó en 2017, con 12.000.000$ en premios. La bolsa creció cuatro millones de dólares más en 2018, pero al año siguiente se dividió en dos carreras y el presupuesto “creció” a nueve millones por evento.

Esta irrefrenable pugna por presumir de la mayor bolsa de los hipódromos del mundo ha dejado atrás a la Dubai World Cup, que en su momento fue sinónimo de la opulencia y el gusto que tienen los millonarios de Oriente Medio por las carreras de caballos. La pista del hipódromo de Meydan, en la capital de Emiratos Árabes Unidos, es la única que aparecerá dos veces en esta lista, pues también se corre en ella el Sheema Classic, durante los eventos de la World Cup.

Los países petroleros pagan más, pero, en términos de tradición, hay que mirar al Reino Unido.

El Derby original, del que toman su nombre cientos de carreras hoy en día, es el Epsom Derby, que se corre en el Reino Unido desde 1780.

El día de su disputa se conoce en el país como el Derby Day, en la primera semana de junio.

A día de hoy, es la carrera que mejores premios paga en las islas, aunque quede lejos de las anteriormente nombradas. Forma parte de la Triple Crown británica junto al 2000 Guineas Stakes y al St Leger Stakes y de los Cinco Clásicos del país, al que se suman el 1.000 Guineas Stakes y el Epsom Oaks. Todas ellas datan del un periodo que va de 1779 a 1814.

Para el gran público, el hipódromo por excelencia del Reino Unido es Ascot, cuyas carreras dominan el calendario de junio y octubre. Es famoso por albergar los eventos preferidos de la realeza y por los extravagantes sombreros con los que se tocan las damas asistentes. De tener que elegir un solo día para visitar sus instalaciones, la elección debería ser el que se dispute el Royal Ascot.

Fuera de la definición clásica de un derby, con la excepcional aparición de obstáculos en la pista, el Grand National aporta un extra de angustia y espectacularidad por el peligro de caída que corren tanto los caballos como los jinetes. Por tanto, todas las casas de apuestas del país lo incluyen en su parrilla.

En la Europa Continental solo el Paris Prix de l’Arc de Triomphe soporta la comparación con sus equivalentes británicos. Es una elección perfecta para ver en vivo, pues tiene conexión por metro con Paris y los precios de sus entradas son populares.

Abandonamos Europa. El país más entregado a las carreras de caballos y donde están las cuadras más premiadas es Estados Unidos.

Devuelve a su espejo británico el reflejo de una Triple Crown de factura propia. La más tardía de sus competiciones es el Kentucky Derby, que data de 1875, lo que no ha impedido que sea la carrera más famosa del mundo del “flat race”.

Su prestigio es muy superior al del Preakness Stakes y el Belmont Stakes, compañeros de cartel en el trío de referencia para los purasangres estadounidenses.

Australia concentra dos interesantes carreras, The Everest, en Sidney; y la Melbourne Cup, en la segunda ciudad más grande del continente.

El Everest es otro producto de de la escalada de los premios que se ha vivido en la segunda mitad de la década. Inaugurado en 2017, paga ya 15.000.000$ a los mejores clasificados de sus 12 únicos participantes. También destaca por ser un sprint, con una longitud de 1.200 metros.

El último destino que vamos a visitar es Japón. Allí, las carreras de caballos han crecido exponencialmente desde que son uno de los pocos acontecimientos deportivos en los que se permiten las apuestas. En Japón, el juego ha estado prohibido durante casi un siglo.

La Japan Cup es el acontecimiento del año en la capital, aunque los jugadores del país estiman en sumo grado la dificultad del intrincado circuito de Nakayama, donde la carrera más importante es el Grand Jump.

De país en país, de turf en turf, podemos establecer un calendario ideal para cualquier aficionado a esta rama de la hípica, la preferida por los apostantes. Lamentablemente, la crisis sanitaria que a fecta a la mayoría de países del planeta ya se ha cobrado varias bajas en la lista.

  • Pegasus Wolrd Cup: Finales de enero.
  • Saudi Cup: Finales de febrero.
  • Dubai World Cup (incluido Sheema Classic): Finales de marzo.
  • The Grand National: Primer o segundo sábado de abril.
  • Nakayama Grand Jump: Mediados de abril.
  • 2000 Guineas Stakes: Finales de abril/ principios de mayo.
  • 1.000 Guineas Stakes: Finales de abril/ principios de mayo.
  • Kentucky Derby: Primer sábado de mayo
  • Preakness Stakes: Tercer sábado de mayo.
  • Epsom Oaks: Finales de mayo/principios de junio.
  • Epsom Derby: Primer sábado de junio.
  • Belmont Stakes. Segundo sábado de junio.
  • The Royal Ascot: Mediados de junio.
  • St Leger Stakes: Septiembre
  • Paris Prix de l’Arc de Triomphe: Primer domingo de octubre.
  • The Everest: mediados de octubre.
  • Melbourne Cup: Primer martes de noviembre.
  • Japan Cup: Último domingo de noviembre.

Hemos dejado para el final un evento especial, que poco o nada tiene que ver con el resto de carreras mencionadas aquí, pues su característica más especial es que no tiene un hipódromo propio.

La Breeder’s Cup surge en la década de los 80 como un evento especial para poner broche final a la temporada en Estados Unidos.

Los purasangres tienen tres vías para lograr un hueco en el cajón: clasificatorios directos que tienen lugar durante la temporada, una clasificación general por puntos que se suman durante el año, o la invitación especial del panel de jueces, por la que acceden, por ejemplo, caballos de otros países.

El festival, de dos días de duración, recorre los hipódromos del país desde 1982, rotando entre diferentes circuitos. Se celebró una vez en Canadá, en 1996. El oval que más veces actuó de anfitrión es el Santa Anita Park, que ha visto pasar nueve ediciones y mantiene el récord de mayor asistencia, con más de 118.000 espectadores en las gradas durante los dos días de duración del evento.

Lo que no cambia es la fecha, la última del calendario en EE.UU. antes del cierre invernal, en la primera semana de noviembre.

Su edición más recordada es la de 2015. Ese año, pro primera vez desde su inauguración, la Breeder’s Cup recibía a un potro ganador de la Triple Corona, American Pharaoh. Este sensacional animal stomó la cabeza desde la primera curva y mantuvo la primera posición durante toda la carrera, para inaugurar el historial de los ganadores del Grand Slam of Throughbred Racing.

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